Hoy en día la velocidad de una web es fundamental. ¿Tu sitio web es lento? No desesperes. Hay soluciones.
En la era digital actual, la velocidad de un sitio web es crucial para proporcionar una experiencia óptima a los usuarios y para mejorar el posicionamiento en los motores de búsqueda. Si has elegido construir tu web con WordPress, debes saber que existen estrategias que puedes implementar y consejos que puedes seguir para mejorar su velocidad y rendimiento. Sin entrar a valorar las razones que pueden llevar a que una web se convierta en lenta, ni sus efectos negativos, en este artículo intentaré condensar algunos métodos que no muchas veces por evidentes dejan de resultar efectivos para optimizar la velocidad de tu sitio web en WordPress. Hablamos de WPO (Web Performance Optimization), es decir, aquellas técnicas que nos permiten optimizar el funcionamiento de nuestras webs, con la intención de mejorar tanto la experiencia de usuario como el posicionamiento en buscadores. De ahí, además, la importancia de la velocidad y el rendimiento de cara a los criterios que utiliza Google.
Elige un hosting de calidad
El primer paso para mejorar la velocidad de tu web hecha en WordPress es elegir un servicio de hosting de calidad. Un hosting lento, sin recursos suficientes o sin capacidad técnica adaptada a los estándares actuales puede ralentizar significativamente tu sitio web, independientemente de cualquier otra optimización que realices. Puedes seguir todos los demás pasos a rajatabla, pero recuerda siempre —y aplícalo, claro— que las casas no empiezan a construirse nunca por el tejado. Busca un proveedor de hosting confiable, sólido, que ofrezca servidores optimizados para WordPress, que tenga una buena capacidad de almacenamiento y ancho de banda, así como un soporte técnico eficiente, que pueda ayudarte cuando más lo necesites. Esta es una de las razones de más peso, en mi opinión, para elegirlo.
Usa un theme optimizado y ligero
Elegir el theme (tema) en WordPress es básico para la velocidad de tu sitio web. Optar por un tema ligero y optimizado, que esté específicamente diseñado para una carga rápida y eficiente, te evitará de muchos problemas que puedan surgir después. A pesar de la cierta comodidad que aportan los llamados temas multifunción o multipropósito, procura siempre evitarlos. Los themes que aportan un exceso de funcionalidades siempre incorporan características que, seguro, serán innecesarias para lo que necesitas en tu web. Ese exceso de características y funcionalidades —exceso de código, y, muchas veces, código no demasiado optimizado— pueden ralentizar tu sitio. Los themes bien codificados y que aportan actualizaciones regulares y frecuentes tienen, sin discusión, un rendimiento mejor.
Minimiza el uso de plugins
¿Por qué digo esto? No me entiendas mal. Me he encontrado con webs con cincuenta plugins perfectamente optimizadas, y con webs con seis plugins cuya página principal tardaba siete segundos en cargar… Los plugins pueden agregar funcionalidades interesantes a tu web. Eso es indiscutible. Son esos pequeños programitas que consiguen que la web haga cosas. Pero, ojo, también pueden impactar negativamente en la velocidad. Procura usar solo aquellos plugins que sean necesarios, y asegúrate siempre de que sean fiables, tengan un buen soporte y una buena documentación, y estén actualizados y optimizados. Además, intenta siempre eliminar plugins que no estés utilizando. Cada plugin instalado aumenta la carga de tu sitio web, con lo que resulta fundamental mantener el equilibrio entre la funcionalidad y el rendimiento.
Optimiza las imágenes
Una de las principales causas de una web lenta son imágenes de altísima resolución y tamaño. Antes de subir una imagen a tu web, haz dos cosas: piensa qué necesitas exactamente de esa imagen, y optimízala. Utiliza herramientas de compresión de imágenes para reducir su tamaño sin comprometer la calidad visual. Las hay gratuitas y externas, que funcionan estupendamente. Piensa bien en los formatos, minimiza los pesos, y utiliza, siempre que sea posible, formatos de última generación. No olvides la lazy loading, o carga diferida, una técnica de optimización que permite a un sitio web cargar solamente aquellas imágenes que son visibles para el usuario, es decir, carga las imágenes a medida que el usuario se va desplazando, lo que acelera el tiempo de carga inicial, ya que no recupera aquellas imágenes que están fuera de la ventana gráfica (viewport, o área visible). Las va cargando a medida que el usuario se desplaza, con lo cual la primera carga es más rápida.
En última instancia, a pesar de que hay opciones más interesantes, utiliza un plugin de optimización de imágenes para automatizar el proceso. Imagify, Smush, ShortPixel, EWWW Image Optimizer… hay muchas opciones.
Habilita la compresión GZIP
La compresión GZIP es una técnica de compresión de archivos que reduce el tamaño del contenido de HTTP antes de enviarlo al navegador del usuario. La consecuencia objetiva es que la web carga más rápido. En este caso, también es importante, como comentaba más arriba, una correcta elección de hosting. Hay muchos que ya aplican de manera nativa la compresión GZIP. Si el hosting que elijas no lo soporta, tu web no podrá beneficiarse de esta funcionalidad. ¿Cómo puedes habilitarla? Modificando el temido archivo .htaccess o utilizando plugins específicos, como WP Rocket o W3 Total Cache.
Friendly reminder: nunca, nunca, nunca hagas cambios en los archivos de tu web sin hacer una copia de seguridad previa.
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Utiliza un CDN
Un CDN (acrónimo de Content Delivery Network, que podríamos traducir literalmente como red de distribución de contenido) es una red de servidores distribuidos geográficamente que almacenan en caché los archivos estáticos (CSS, imágenes…) de tu web. Cuando alguien accede a tu sitio, los archivos son entregados desde el servidor más cercano a la ubicación del usuario. Esto tiene, básicamente, dos consecuencias: por un lado, reduce la latencia, y, por otro lado, mejora la velocidad de carga.
Implementa el almacenamiento en caché
El almacenamiento en caché es una técnica consiste en guardar una versión estática de tu web para entregarla con la mayor rapidez posible a quien la visita. Utilizar plugins —bien configurados— de almacenamiento en caché puedes reducir de manera significativa el tiempo de carga, porque estás evitando que el contenido de la web sea generado dinámicamente para cada visita que se haga. Para ello, asegúrate de que el hosting que elijas está configurado para permitir su uso.
Optimiza la base de datos
La base de datos de una web en WordPress puede llegar a acumular con el tiempo muchísimos datos innecesarios, y la consecuencia, de nuevo, es la ralentización de tu sitio web. Puedes utilizar plugins como WP-Optimize, WP-Sweep o SweepPress, para limpiar y optimizar tu base de datos, eliminando revisiones antiguas, borradores que nunca has utilizado, spam y otros elementos que no sean esenciales para el funcionamiento de tu sitio. Todo ello desembocará en una mejora del rendimiento general y la velocidad de carga.
Minimiza y combina archivos CSS y JavaScript
Los archivos CSS y JavaScript pueden aumentar el tiempo de carga de tu sitio web si no se optimizan adecuadamente. Minimiza este tipo de archivos, eliminando espacios en blanco y caracteres innecesarios. Además, combina varios archivos en uno solo para reducir el número de solicitudes al servidor. ¿Cómo hacerlo? Por ejemplo, a través de plugins como Autoptimize o W3 Total Cache.
Realiza pruebas de velocidad y optimización
No dejes de realizar pruebas de velocidad periódicamente para evaluar el rendimiento de tu web. Utiliza herramientas como PageSpeed Insights, GTmetrix o Pingdom Tools para obtener informes detallados sobre el rendimiento de tu sitio, y para revisar aquellas áreas que requieren mejoras. Recuérdalo siempre: la optimización de la velocidad es un proceso continuo. No dejes nunca de lado las actualizaciones de WordPress ni las mejores prácticas. De esta manera, te asegurarás mantener tu sitio funcionando de manera rápida y eficiente.
* Bonus track
¿Tienes dudas? ¿No quieres ocuparte de los temas técnicos de tu web? ¿No puedes dedicarte a tu web porque el trabajo de tu negocio consume todo tu tiempo? Recurre a un profesional.
La velocidad de carga de un sitio web en WordPress puede tener un impacto significativo en la experiencia del usuario y en el éxito de tu negocio a través de Internet. Al implementar los consejos mencionados anteriormente, podrás optimizar eficazmente la velocidad de tu web. Se trata, únicamente, de una lista de buenas prácticas que tienes que recordar tanto como la contraseña de acceso a tu banco o el PIN de tu móvil. Así de importantes son si quieres que tu web funcione como un tiro. Eso sí, como cada sitio web es único, siempre es importante hacer pruebas y realizar ajustes específicos según las necesidades de tu proyecto en particular. Lo que a mí me va bien en mi web no tiene por qué irle bien a todo el mundo. No obstante, hay prácticas que no fallan. Confía en mí.
Hay otros consejos que podríamos aplicar, estos no son los únicos. «Son todos los que están, pero no están todos los que son». No abusar de animaciones innecesarias (piensa más en la eficiencia que en el efectismo), o, siempre que sea posible, utilizar herramientas nativas (empezando por los constructores visuales), pueden aportar un plus al empeño de conseguir una web aún más optimizada.
Nunca subestimes el poder de un sitio web rápido y eficiente para atraer y retener a tus visitantes (y potenciales clientes), así como para contentar a Google, cuyo criterio para optimizar la posición de nuestras webs lo tiene muy en cuenta. Es una de las piezas básicas del engranaje, ese engranaje en el que tu web ocupa un lugar privilegiado.
