Tu web ha dejado de funcionar y no has tocado nada: el misterio resuelto

Si tienes una web hecha en WordPress, seguro que alguna vez te has hecho esta pregunta. Todo iba perfectamente, no has cambiado nada, y de repente, un error inesperado ha aparecido de la nada. ¿Magia? ¿Un duende informático con ganas de hacerte la vida imposible? ¿Una entidad misteriosa y desconocida ha atacado tu web porque eres su archi-enemigo/a y hasta hoy no lo sabías?

La respuesta es mucho más sencilla: una web no es un elemento estático, sino un ecosistema en constante evolución. Aunque no hagas cambios manuales, los componentes que la conforman siguen funcionando, evolucionando, actualizándose o generando conflictos por sí mismos.

Por qué ocurre esto y cómo evitar que ocurra

Cuando hablamos de WordPress, hablamos de un entorno formado por múltiples piezas:

• El núcleo o core de WordPress, que se actualiza con mejoras de seguridad y funcionalidad.
• Plugins de terceros, que pueden actualizarse automáticamente o incluso volverse incompatibles entre sí.
• Temas (themes) que también reciben actualizaciones o, en algunos casos, dejan de ser compatibles con las nuevas versiones de WordPress.
• Servidores que cambian configuraciones internas sin previo aviso.
• Bases de datos que acumulan información innecesaria y ralentizan el rendimiento.
• …

¿Y todo esto qué significa? Pues que, aunque no toques nada directamente, los engranajes que permiten que tu web funcione siguen moviéndose, y si no los supervisas, en algún momento algo puede fallar.

¿Cómo evitar que tu web «se rompa» sola?

La clave de todo esto está en el mantenimiento regular, estable, controlado y de calidad. No basta con dejar la web funcionando y olvidarse de ella. Y no se trata solo de actualizar todo sin más, sino de hacerlo de manera controlada y asegurando que todo sigue funcionando correctamente. Hay ciertas tareas que deberías realizar periódicamente para prevenir y que no haya errores ni sustos inesperados.

Mantén todo actualizado, pero con precaución

WordPress lanza actualizaciones periódicas para mejorar la seguridad, corregir errores y optimizar el rendimiento. Lo mismo ocurre con los plugins y los temas. Sin embargo, actualizar sin control puede provocar problemas.

Algunas actualizaciones pueden ser incompatibles entre sí, y en algunos casos, un simple cambio puede hacer que tu web deje de funcionar. Para evitarlo, realiza siempre una copia de seguridad previa a cualquier actualización o cambio significativo que vayas a efectuar en tu web. Comprueba la compatibilidad de los plugins y temas con la nueva versión de WordPress, y, siempre que tengas la posibilidad, haz las actualizaciones primero en un entorno de pruebas antes de aplicarlas a la web en producción.

Mantener una web actualizada es fundamental, pero hacerlo sin control puede ser todavía peor que no actualizarla nunca.

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Revisa posibles incompatibilidades

WordPress es un ecosistema en el que conviven cientos de miles de plugins y temas desarrollados por diferentes empresas y programadores/as. No todos están diseñados para funcionar perfectamente juntos, y en ocasiones, una actualización puede generar un conflicto. Para prevenir estos problemas:

• Si instalas un nuevo plugin, pruébalo previamente en un entorno de pruebas para asegurarte de que no genera errores.
• Evita los plugins obsoletos o que lleven mucho tiempo sin actualizarse, ya que pueden no ser compatibles con las versiones recientes de WordPress.
• Si detectas errores después de actualizar, desactiva los plugins uno a uno para identificar cuál o cuáles están causando el problema.

Tener muchos plugins instalados también puede aumentar el riesgo de incompatibilidades, por lo que siempre es recomendable usar solo los estrictamente necesarios. No quiere decir que cuantos menos plugins haya instalados mejor funcione la web en cualquier sentido. Me he encontrado con webs con más de cien plugins activos que funcionaban como cohetes, y webs con seis plugins con un rendimiento infumable. Es cuestión de qué necesitas, para qué lo necesitas y cómo puedes mejorar sus prestaciones y optimizar esas necesidades.

Limpia y optimiza la base de datos

La base de datos de WordPress es el motor que hace funcionar tu web. No es un trastero donde se puede acumular información indefinidamente. Con el tiempo, acumula material innecesario, bien sean revisiones de entradas, comentarios de spam, transients caducados u otros datos temporales que van poco a poco ralentizando el rendimiento. Revisar y eliminar datos innecesarios es clave para mejorar ese rendimiento y evitar problemas a largo plazo.

• Elimina revisiones antiguas de entradas y páginas que ya no necesitas.
• Borra comentarios de spam y otros datos innecesarios.
• Optimiza las tablas de la base de datos con herramientas como WP-Optimize o WP-Sweep.
• Desactiva y elimina plugins que ya no usas para reducir la carga en la base de datos.

Una base de datos optimizada garantiza que tu web cargue más rápido y funcione sin problemas.

Optimiza imágenes y archivos multimedia

Uno de los errores más comunes en muchas webs es subir imágenes sin optimizar. Si subes fotos en alta resolución directamente desde tu cámara o teléfono, o un vídeo de un tamaño excesivo directamente a la web, estarás ralentizando el tiempo de carga. Para evitarlo:

• Comprime las imágenes antes de subirlas con herramientas externas como TinyPNG o BulkResizePhotos, o utiliza plugins como Smush.
• Usa formatos de imagen más eficientes, como webP, que reducen el peso sin perder calidad.
• Salvo que sea imprescindible, no uses vídeos pesados alojados en tu servidor. Es mejor que los alojes en plataformas externas, como YouTube o Vimeo, y desde ahí insértalos en tu web.

Una web lenta no solo perjudica la experiencia de usuario, sino que también afecta al SEO y a la conversión de visitantes en hipotéticos clientes.

Asegúrate de que tu hosting es de calidad

Puedes tener una web perfectamente optimizada, con los mejores plugins y un diseño impecable, pero si tu servidor no está a la altura, vas a seguir teniendo problemas con total seguridad.

El hosting es uno de los elementos más importantes para garantizar el buen funcionamiento de tu web. Un mal hosting puede provocar tiempos de carga lentos, errores inesperados o incluso caídas de la web sin previo aviso.

A la hora de elegir un hosting de calidad, ten en cuenta varias cosas:

• El soporte técnico: un buen servicio de hosting debe ofrecerte asistencia rápida, directa y eficaz en caso de problemas.
• Los recursos del servidor: asegúrate de que el hosting tiene la suficiente capacidad como para manejar el tráfico y la carga que tenga tu web.
• Las copias de seguridad: es importante que el hosting incluye backups automáticos, porque es una gran ventaja en el caso de que haya una emergencia y tengas que acudir a una restauración de la web a un estado anterior.

Invertir en un hosting de calidad es una de las mejores decisiones que puedes tomar para evitar problemas con tu web a largo plazo.

Conclusión: en la prevención está la clave

Si no quieres encontrarte con la sorpresa de que tu web ha dejado de funcionar sin previo aviso, el mantenimiento web regular es imprescindible. Mantener actualizados los plugins y el core de WordPress, revisar incompatibilidades, limpiar la base de datos, optimizar archivos y elegir un buen hosting son tareas esenciales para garantizar la estabilidad de tu sitio web.

Y si no tienes tiempo o conocimientos técnicos para realizar estas tareas, recurre a un profesional. Yo puedo ayudarte con mis planes de mantenimiento web. Un mantenimiento adecuado no solo previene problemas, sino que te permite centrarte en tu negocio sin preocuparte de que tu web, un día cualquiera (normalmente, cuando menos te lo esperas y más la necesitas) deje de funcionar.

¿Necesitas ayuda con el mantenimiento de tu web en WordPress? Contacta conmigo y evita sustos innecesarios.