Lanzar una web no es solo cuestión de pulsar un botón. Es el cierre de una etapa de trabajo (diseño, desarrollo, contenidos, estructura…) y el inicio de una nueva fase en la que la web empezará a recibir tráfico, posicionarse en buscadores y cumplir su propósito. Justo por eso, el momento del lanzamiento es especialmente delicado: cualquier error técnico, despiste en los contenidos o fallo de seguridad puede tener un impacto negativo en la percepción del proyecto e incluso en sus resultados.
Además, en WordPress —donde muchas piezas del engranaje dependen de plugins, configuraciones específicas y elementos visuales— es bastante común que ciertos pequeños detalles puedan pasar desapercibidos hasta que ya es demasiado tarde. Una página sin título, una URL mal construida, una etiqueta mal puesta o un plugin sin configurar puede ser suficiente para ofrecer una mala experiencia al usuario o incluso a Google.
En este artículo te propongo una checklist detallada con los puntos clave que reviso siempre antes de lanzar una web WordPress para mis propios clientes/as. Esta guía no solo te ayudará a detectar errores antes de que salten a la vista: también te permitirá ganar seguridad, confianza y eficiencia en el proceso de publicación.
- Checklist técnica previa al lanzamiento
- Checklist de contenidos y aspectos visuales
- Checklist SEO básico antes del lanzamiento
- Comprobaciones técnicas imprescindibles antes del lanzamiento
- Pruebas de usabilidad antes de publicar
- Contenidos: ¿está todo listo para salir a producción?
- Revisión técnica final
- Conclusión
Checklist técnica previa al lanzamiento
Antes de poner una web WordPress en producción, es fundamental asegurarte de que todos los aspectos técnicos estén afinados. No se trata solo de que la web se vea bien, sino de que sea estable, rápida, segura y esté bien preparada para escalar o adaptarse a las necesidades reales del usuario final.
1. Configuración del sitio: URL, visibilidad y estructura
Una de las primeras comprobaciones debe ser asegurarte de que la web está accesible en su dominio definitivo, sin redirecciones innecesarias ni errores de configuración. Para ello:
- Ve a Ajustes > Generales y revisa que la URL del sitio y la URL de WordPress coinciden con la URL final de tu dominio, incluyendo o no el
www
, según prefieras. - Si estuviste trabajando con un dominio temporal, asegúrate de que no quedan enlaces internos apuntando a esa ubicación antigua.
- Revisa que la opción «Disuadir a los motores de búsqueda» esté desmarcada en Ajustes > Lectura. Esta opción se marca habitualmente durante el desarrollo para evitar el rastreo de Google, pero puede quedarse activada por descuido y bloquear por completo la indexación de tu web.
2. Estructura de enlaces permanentes (permalinks)
Los permalinks son las URLs permanentes que WordPress asigna a las entradas, páginas y tipos de contenido. Una estructura mal elegida puede tener implicaciones negativas tanto para el SEO como para la experiencia de usuario. En la mayoría de casos, la mejor opción es elegir la estructura que muestra solo el nombre de la entrada (/%postname%/
). Ajústalo según consideres en Ajustes > Enlaces permanentes.
Intenta evitar en la medida de lo posible estructuras con fechas o números innecesarios, salvo que el tipo de contenido lo requiera (por ejemplo, en blogs de noticias). Además, si has creado Custom Post Types, asegúrate de que sus slugs sean claros, cortos y coherentes con el resto del sitio.
3. HTTPS y certificado SSL
Es imprescindible que el sitio esté servido bajo HTTPS con un certificado SSL correctamente instalado. No solo por seguridad, sino también porque Google penaliza las webs que no lo usan y los navegadores modernos muestran advertencias cuando se intenta cargar una web sin cifrado.
Para verificarlo:
- Accede a tu web con
https://
y asegúrate de que no hay advertencias de contenido mixto (es decir, recursos que se están cargando aún porhttp://
). - Puedes utilizar herramientas como Why No Padlock o el propio inspector del navegador para detectar esos errores.
- Si estás usando un plugin de migración —por ejemplo, para pasar tu contenido desde una web de pruebas a la web definitiva en producción—, asegúrate de que se han sustituido correctamente todas las URLs antiguas (
http://
porhttps://
).
4. Indexabilidad y robots.txt
Aparte de la visibilidad del sitio, que ya comentamos antes, es recomendable revisar el archivo robots.txt, que indica a los motores de búsqueda qué partes del sitio pueden rastrear o no. En muchos entornos de staging se desactiva el rastreo, así que asegúrate de que en producción no esté bloqueando por error recursos como /wp-content/
, /wp-json/
o páginas importantes.
También puedes usar la herramienta “Inspección de URL” de Google Search Console para verificar si Google puede rastrear correctamente tus páginas clave.
5. Rendimiento inicial
Antes de lanzar, es una buena práctica realizar una prueba de rendimiento básica para detectar cuellos de botella:
- Comprueba la velocidad de carga en herramientas como PageSpeed Insights, GTmetrix o WebPageTest.
- Presta atención a métricas como el Largest Contentful Paint (LCP), el First Input Delay (FID) o el Cumulative Layout Shift (CLS), que son señales web esenciales (Core Web Vitals).
- Asegúrate de que el plugin de caché que uses, si es que lo usas (WP Rocket, W3 Total Cache, LiteSpeed Cache…) está correctamente configurado, y que se han activado opciones como la minificación de archivos, la combinación de CSS/JS o el lazy load de imágenes.
6. Seguridad básica
Aunque los temas de seguridad, dada su complejidad y la cantidad de recursos en los que suele ser necesario detenerse, se desarrollan mejor en un artículo específico, hay ciertas comprobaciones mínimas que deben estar hechas antes del lanzamiento:
- Verifica que el usuario administrador tiene una contraseña segura. Olvídate del usuario “admin”, o de contraseñas como “admin1234”.
- Revisa que el archivo
wp-config.php
no está accesible desde el navegador y que eldebug.log
no está habilitado en producción (WP_DEBUG
debe estar enfalse
). - Si usas un plugin de seguridad (Solid Security, Wordfence, AIOS, Security Optimizer…), asegúrate de que está bien configurado y que tienes alertas activadas por correo.
- Desactiva el acceso público a carpetas como
/wp-includes/
o/wp-content/uploads/
, que no deberían listarse nunca.
Checklist de contenidos y aspectos visuales
Una web puede estar perfectamente construida a nivel técnico, pero si el contenido no está pulido o hay errores visuales, la percepción final del usuario/a se va a ver gravemente afectada. Este bloque se centra en revisar todo lo relacionado con los textos, las imágenes, los enlaces y la experiencia de navegación, desde una perspectiva editorial, visual y funcional.
1. Revisión exhaustiva del contenido textual
Una vez finalizada la maquetación, es habitual que pequeños errores tipográficos o frases mal redactadas pasen desapercibidos. Es esencial realizar una lectura completa de cada página, incluyendo los textos de cabecera, menús, formularios, pies de página, popups y CTA.
Presta especial atención a:
- Ortografía y gramática.
- Consistencia en el tono (formal/informal) y en el uso de tiempos verbales.
- Homogeneidad terminológica si trabajas con un sector técnico o especializado.
- Sustitución de los famosos textos “Lorem ipsum” que quizá se utilizaron para dar contenido de prueba y se hayan podido quedar olvidados.
Además, si el sitio incluye entradas de blog o fichas de productos, asegúrate de que todos los contenidos estén revisados y actualizados, y que no haya páginas vacías, de prueba o sin sentido publicadas por error.
2. Enlaces internos y externos
Un paso crítico antes de lanzar una web es verificar que todos los enlaces funcionen correctamente. Esto incluye menús, botones, enlaces de texto y elementos clicables.
- Usa herramientas como Broken Link Checker o incluso Screaming Frog para localizar enlaces rotos.
- Comprueba que los enlaces externos se abran en una nueva pestaña (
target="_blank"
) y que no lleven a sitios maliciosos o en desuso. - Verifica que los enlaces internos usen rutas limpias y no incluyan parámetros innecesarios o versiones antiguas del slug.
Una buena práctica es navegar por el sitio como lo haría un visitante nuevo, abriendo cada sección desde el menú y accediendo a las páginas desde los CTA y enlaces internos, detectando así posibles enlaces rotos o mal dirigidos.
3. Imágenes: peso, formato y SEO
Las imágenes son fundamentales para dotar a una web de una apariencia profesional y atractiva, pero también pueden ser responsables de ralentizar una web si no se gestionan correctamente.
Revisa:
- Que todas las imágenes estén optimizadas. Esto no solo significa que tengan un buen equilibrio entre calidad y peso, sino que usen el formato más eficiente posible: WebP, o AVIF si el navegador lo permite.
- Que cada imagen tenga un atributo
alt
descriptivo. Esto es esencial sobre todo para la accesibilidad, pero también para el SEO. - Que no se usen imágenes de baja resolución estirada artificialmente, lo que genera una experiencia visual negativa.
- Que si usas un plugin de optimización de imágenes (como ShortPixel, Imagify o EWWW) esté funcionando correctamente y no haya errores en el recorte o en la generación de thumbnails.
Por último, es recomendable comprobar que las imágenes se adaptan correctamente a todos los tamaños de pantalla (responsive), sin romper la maquetación.
Consejo: optimiza las imágenes siempre antes de subirlas a la web utilizando herramientas externas (Bulk Resize Photos, TinyPNG, Squoosh…). Ahorrarás en plugins y evitarás tamaños excesivos, resoluciones absurdas y cargas lentas sin necesidad de sobrecargar tu web de manera innecesaria.
4. Navegación y coherencia visual
Una navegación clara y una estética homogénea son claves para la experiencia de usuario. Antes de lanzar, verifica:
- Que el menú de navegación funciona en todos los dispositivos y que no hay elementos ocultos o o que se solapen en dispositivos móviles.
- Que los botones y enlaces sean fácilmente clicables, tengan un contraste suficiente y no estén demasiado cerca unos de otros, especialmente en dispositivos pequeños, donde siempre es mejor pensar en la posibilidad de que quien navegue va a tener dedos más grandes.
- Que todos los elementos visuales —colores, tipografías, iconografía, tamaños de fuente y espaciados— sigan un patrón coherente. Las inconsistencias visuales dan la sensación de web inacabada o mal trabajada.
- Que el logotipo tenga la proporción y la resolución adecuada, y que esté bien visible tanto en la versión de escritorio como en la versión móvil.
Si la web está desarrollada mediante un constructor visual, es habitual que algún ajuste en un breakpoint concreto se quede desconfigurado. Haz pruebas reales en varios dispositivos o, al menos, usa las herramientas de inspección del navegador para simular distintos tamaños de pantalla.
5. Formularios y conversiones
Uno de los errores más frecuentes antes de lanzar una web es dejar mal configurados los formularios. Revisa:
- Que todos los formularios estén funcionando y envíen correctamente los datos (puedes hacer pruebas con tu propio correo).
- Que los correos de confirmación o los autoresponders (respuesta automática) estén bien redactados y personalizados.
- Que los campos obligatorios estén bien definidos y que los mensajes de error sean claros (si hay un error en el envío, por la razón que sea, que al usuario/a le quede bien claro qué ocurre y por qué razón).
- Que no falten formularios en las secciones clave: contacto, presupuestos, suscripciones, etc.
Si estás usando formularios conectados con herramientas externas (Mailchimp, Notion, CRM…), asegúrate de que las integraciones están bien conectadas y que se recibe toda la información esperada.
Checklist SEO básico antes del lanzamiento
Una web que se lanza sin una base sólida de SEO técnico parte en desventaja. Aunque muchas tareas de posicionamiento se trabajarán a medio y largo plazo, hay ciertos aspectos que deben estar perfectamente configurados desde el momento en que la web se publica. Este bloque está centrado en esos puntos clave que influyen en el rastreo, la indexación y la optimización del sitio desde el día uno.
1. Revisión del título y descripción en todas las páginas
Cada página debe contar con su propio título SEO (<title>
) y metadescripción. Estos elementos son fundamentales para los resultados de búsqueda, tanto en términos de posicionamiento como de tasa de clics (CTR).
- El título debe ser único, contener la palabra clave principal de la página, y no superar los 60 caracteres.
- La metadescripción debe tener entre 140 y 160 caracteres, ser persuasiva, coherente con el contenido de la página y llamar a la acción.
Esto se puede gestionar fácilmente con plugins como Rank Math, Yoast SEO o The SEO Framework, pero es imprescindible revisar manualmente cada contenido clave (home, servicios, contacto, etc.).
2. Estructura de URLs amigables y coherentes
Las URLs deben ser:
- Cortas, descriptivas y sin números o caracteres innecesarios.
- Escribirlas en minúsculas, sin acentos ni caracteres especiales, y separadas por guiones (
-
), nunca por guiones bajos. - Evitar estructuras como
/servicio-1
,/pagina-prueba
,/servicio-2
, etc. que no aportan información real ni son amigables para usuarios o buscadores.
En WordPress, puedes controlar esto desde Ajustes > Enlaces permanentes, donde se recomienda utilizar la opción “Nombre de la entrada”.
3. Indexación activa y archivos robots.txt y sitemap
Antes de lanzar la web, asegúrate de que está permitiendo el rastreo e indexación por parte de los buscadores.
Verifica que la casilla “Pedir a los motores de búsqueda que no indexen este sitio” (en Ajustes > Lectura) está desactivada.
Además, asegúrate de que existe un archivo robots.txt
adecuado. Por ejemplo:
User-agent: *
Disallow: /wp-admin/
Allow: /wp-admin/admin-ajax.php
Sitemap: https://tudominio.com/sitemap_index.xml
Confirma también que el sitemap generado por el plugin SEO (como Rank Math o Yoast) está accesible y actualizado. Ej.: https://tudominio.com/sitemap_index.xml
.
Una vez que todo esté correcto, puedes registrar la web en Google Search Console para enviar el sitemap y comenzar a monitorizar la indexación.
4. Estructura Hn y jerarquía de encabezados
Una correcta jerarquía de encabezados (<h1>
, <h2>
, <h3>
, etc.) facilita tanto la lectura como la comprensión del contenido por parte de los buscadores.
- Asegúrate de que cada página tiene un único
<h1>
. - El resto de encabezados deben usarse de forma jerárquica: el
<h2>
para secciones principales,<h3>
para subsecciones, y así sucesivamente. - Evita usar los encabezados solo por motivos estéticos (por ejemplo, poner un
<h3>
para que un texto se vea más grande, más pequeño, o de determinado tamaño), ya que esto enturbia la semántica del contenido. Si quieres hacer ajustes visuales en textos o encabezados, utiliza otros métodos (los ajustes predeterminados y genéricos para textos del theme —si es que este los ofrece—, CSS, ajustes de bloques, etc.).
Por ejemplo, los constructores visuales permiten aplicar estilos sin alterar la jerarquía, así que no hay excusa para hacerlo mal.
5. Datos estructurados básicos
Si bien no es obligatorio tener un marcado Schema completo antes del lanzamiento, es muy recomendable tener al menos el marcado básico de organización o negocio local, especialmente en webs corporativas.
Plugins como Rank Math incluyen esta opción de forma sencilla: puedes añadir nombre de empresa, logo, dirección, redes sociales, etc., para que Google entienda mejor tu identidad online.
Esto no solo favorece el SEO, sino que puede mejorar tu presencia en resultados enriquecidos (rich snippets) a medio plazo.
6. Redirecciones 301 y limpieza de páginas de prueba
Antes de publicar, elimina o redirecciona cualquier página de pruebas o descartes que haya sido utilizada durante el desarrollo:
- Si has cambiado el slug de alguna página, crea una redirección 301 desde el antiguo al nuevo para no perder tráfico ni crear errores 404.
- Usa plugins como Redirection o configura las reglas en el
.htaccess
si manejas el servidor directamente. - Realiza un rastreo con Screaming Frog para detectar posibles errores 404 o enlaces rotos internos.
Comprobaciones técnicas imprescindibles antes del lanzamiento
Antes de que una web WordPress esté lista para ver la luz, hay una serie de comprobaciones técnicas que deben abordarse con absoluta precisión. Estos aspectos son los que garantizarán que el sitio no solo funcione correctamente el día de su publicación, sino que esté preparado para resistir tráfico real, usuarios/as navegando de forma simultánea, y motores de búsqueda analizando cada detalle.
Uno de los primeros puntos a revisar es el rendimiento general del sitio. Una web puede estar visualmente terminada, pero si tarda más de 2-3 segundos en cargar, ya está partiendo con una desventaja significativa. Es necesario hacer pruebas de velocidad utilizando herramientas externas como PageSpeed Insights, GTmetrix o WebPageTest. Pero no basta con un análisis superficial. Hay que comprobar si los archivos CSS y JavaScript están correctamente minificados, si se está utilizando correctamente el sistema de caché (tanto a nivel de plugin como en servidor), y si las imágenes han sido optimizadas antes de subirse.
Consejo: procura optimizar siempre cualquier imagen antes de subirla a WordPress. Incluso aunque después utilices algún plugin específico de optimización de imágenes, usa herramientas externas para minimizar tamaños y optimizar formatos.
Del mismo modo, es fundamental confirmar que los scripts de terceros no están ralentizando la carga. Google Fonts, mapas embebidos o vídeos de YouTube insertados pueden tener un impacto negativo si no se gestionan de forma eficiente. Técnicas como el lazy loading de iframes o la precarga selectiva de fuentes son medidas que se pueden aplicar antes de lanzar la web, para mejorar su puntuación de Core Web Vitals y su experiencia general de usuario.
El entorno técnico también debe garantizar una experiencia segura. Asegúrate de que el certificado SSL esté instalado correctamente y que no haya contenido mixto (es decir, recursos cargados por HTTP en una página HTTPS). Esta comprobación puede hacerse con herramientas como Why No Padlock o directamente desde la consola del navegador. Si estás forzando la redirección a HTTPS, verifica que no se hayan creado bucles o errores en el .htaccess
.
En paralelo, hay que asegurarse de que los formularios de contacto funcionan correctamente. Es uno de los errores más comunes en un lanzamiento: la web se publica, los formularios parecen funcionar, pero los correos no llegan. Comprueba que el sistema SMTP esté correctamente configurado, que el formulario envía desde un dominio verificado y que los campos obligatorios están funcionando como se espera. Si utilizas plugins como FluentSMTP o WPForms, realiza varias pruebas con diferentes correos electrónicos y analiza el encabezado de los correos enviados para asegurarte de que no están siendo marcados como spam.
Otro aspecto esencial es la revisión de compatibilidad. Hay que probar la web en distintos navegadores (Chrome, Firefox, Safari, Edge), dispositivos (móviles, tablets, escritorio, pantalla grande) y sistemas operativos para detectar errores de visualización o problemas de diseño. Este tipo de errores suelen pasar desapercibidos durante el desarrollo, sobre todo si se trabaja en una única resolución o con constructores visuales, que no siempre reflejan con exactitud el comportamiento final del diseño.
Tampoco puede faltar una revisión de la estructura de enlaces internos. Cada enlace debe apuntar a una URL válida, sin errores 404. El menú de navegación, los enlaces de cabecera y pie, los botones de llamada a la acción, y cualquier otro enlace visible, deben funcionar de forma coherente. Una herramienta de rastreo como Screaming Frog puede ser muy útil aquí, pero también lo es un repaso manual navegando por toda la web simulando el recorrido de un usuario.
Finalmente, conviene revisar los permisos de usuario y la configuración de roles. Si durante el desarrollo se ha trabajado con usuarios/as administradores temporales o se han dado permisos adicionales para facilitar tareas, es el momento de eliminarlos o reducir su nivel de acceso. Esto incluye deshabilitar cuentas de desarrolladores externos y asegurarse de que las claves de acceso al hosting, FTP o base de datos se han regenerado, especialmente si han sido compartidas durante el desarrollo.
En definitiva, esta fase es como la revisión pre-vuelo de un avión: puede parecer meticulosa y tediosa, pero garantiza que todo funcione como debe cuando la web se abra al mundo real, y evita las tan temidas sorpresas de última hora, los olvidos y los imprevistos con los que no contábamos y que proyectan una imagen reinqueante de nuestra web. Un sitio bien afinado desde el punto de vista técnico no solo ofrece una experiencia más fluida, sino que evita futuras sorpresas y contratiempos innecesarios.
Pruebas de usabilidad antes de publicar
Cuando se habla de lanzar una web WordPress, muchas veces se pone el foco en aspectos técnicos como la velocidad o la seguridad —básicos, pero no únicos—, pero se descuida uno de los pilares fundamentales del éxito: la usabilidad. Una web puede estar construida de manera impecable a nivel interno y aún así ofrecer una experiencia frustrante si no ha sido diseñada pensando en cómo navegan los usuarios/as reales.
Hacer pruebas de usabilidad antes del lanzamiento es una inversión que ahorra problemas a futuro y mejora los resultados desde el primer día. En esencia, se trata de ponernos en la piel del usuario final y comprobar que cada elemento del sitio web cumple su función de forma intuitiva, lógica y fluida.
El primer punto que debe evaluarse es la navegación general. Aquí debemos preguntarnos varias cosas. ¿Es fácil entender cómo está estructurado el sitio? ¿El menú principal es claro y accesible desde cualquier página? ¿La jerarquía de la información nos ayuda a encontrar los contenidos sin esfuerzo? La experiencia demuestra que cuanto más natural sea moverse por la web, mayor será el tiempo de permanencia y mejor el rendimiento en métricas clave como la conversión o la tasa de rebote.
No basta con que algo funcione; tiene que ser fácil de usar. Por eso es esencial probar flujos completos, como toda la secuencia de envío de un formulario de contacto, la suscripción a una newsletter o el proceso de compra en caso de sitios eCommerce. Hazlo desde el punto de vista de una persona que visita la web sin conocerla. ¿Entiende qué tiene que hacer en cada momento? ¿Hay pasos innecesarios? ¿Los mensajes de error son claros si algo falla?
Otro aspecto clave es la accesibilidad. Muchas webs se lanzan sin haber comprobado si los contrastes de color son suficientes, si los botones son lo bastante grandes como para usarlos desde un móvil o si se puede navegar razonablemente bien sin ratón, solo con teclado. No se trata solo de cumplir normas: es una cuestión de respeto por todos los usuarios/as, incluidos/as quienes tienen limitaciones visuales o motoras.
Además, conviene prestar atención al texto. La redacción web tiene sus propias reglas, y no siempre coinciden con lo que uno/a se imagina desde el diseño. Ayuda mucho leer en voz alta los textos principales, comprobar que los botones tienen llamadas a la acción claras, que no hay párrafos demasiado largos y que la lectura fluye. Una web difícil de leer, o que usa términos demasiado técnicos sin explicarlos, puede llegar a generar fricción. Y en Internet, donde si no gusta un contenido gusta otro —porque hay donde elegir y, sobre todo, donde descartar—, la fricción equivale a abandono.
Un enfoque muy útil es realizar pequeñas sesiones de test con usuarios/as reales. No necesitas un gran presupuesto ni un laboratorio: basta con pedir a dos o tres personas (a ser posible que no hayan participado en el desarrollo) que naveguen por la web durante unos minutos y que compartan sus impresiones. ¿Dónde han dudado? ¿Qué no han entendido? ¿Qué les ha molestado? Esa información, por básica que parezca, es oro puro antes de hacer pública la web.
En resumen, las pruebas de usabilidad no son un adorno de última hora, sino una fase crítica del lanzamiento. Una web usable no solo es más agradable de visitar, sino que convierte mejor, genera más confianza y deja una mejor impresión desde el primer clic. Hacer este ejercicio antes de pulsar el botón de “publicar” marca la diferencia entre un sitio más en internet y una web que realmente conecta con sus usuarios/as.
Contenidos: ¿está todo listo para salir a producción?
Antes de lanzar una web, muchos equipos de desarrollo y diseño tienen la tentación de dar por cerrada la fase de contenidos demasiado pronto. Sin embargo, un sitio WordPress puede tener un rendimiento técnico impecable y aún así fracasar en su propósito si los contenidos no están bien revisados, estructurados o pensados para su público objetivo.
Lo primero que hay que entender es que el contenido no es un complemento: es el núcleo del sitio. No se trata solo de que los textos estén escritos sin faltas de ortografía —que también, que esto tiende a olvidarse con demasiada frecuencia—, sino de que el contenido cumpla su función dentro de la estrategia de comunicación: informar, guiar, convencer, posicionar. Una web puede estar perfectamente diseñada, pero si sus textos no son coherentes, atractivos o alineados con la propuesta de valor del negocio, el impacto va a ser mínimo.
Por eso, antes de salir a producción, es imprescindible hacer una revisión minuciosa. Empezando por lo más evidente: ¿todos los textos están finalizados? No es raro encontrarse con frases incompletas, marcadores de posición tipo “Lorem ipsum” o textos provisionales que se han quedado sin reemplazar. Esto da una imagen poco profesional que puede dañar la confianza de los usuarios/as desde el primer momento.
Además, hay que comprobar que cada sección del sitio transmite el mensaje adecuado. La página de inicio debe presentar de forma clara qué hace la empresa o el proyecto, cuál es su valor diferencial y qué acción se espera del visitante. Las páginas de servicios o productos deben tener descripciones precisas, bien redactadas y orientadas a la conversión, incluyendo testimonios, garantías o llamadas a la acción cuando sea relevante.
Otro aspecto clave es la uniformidad de estilo y tono. En muchos proyectos los textos se escriben en momentos y por personas distintas, lo que genera inconsistencias que el/la visitante percibe aunque no sepa verbalizarlas: cambios en la manera de dirigirse al usuario (de tú a usted, por ejemplo), uso desigual de mayúsculas o negritas, o estructuras que no siguen un patrón común. Todo esto debe pulirse en la última fase antes del lanzamiento.
Por supuesto, la revisión también debe extenderse a los contenidos visuales. ¿Las imágenes tienen calidad suficiente? ¿Han sido optimizadas para web? ¿Cada imagen tiene su texto alternativo correctamente redactado para mejorar la accesibilidad y el SEO? ¿Los vídeos funcionan correctamente y se adaptan al tamaño de la pantalla? Una web con imágenes pixeladas, desproporcionadas o sin contexto transmite dejadez.
En el caso del blog o la sección de noticias, conviene revisar que al menos haya una entrada publicada y que no se muestre un listado vacío o una plantilla sin contenido real. Incluso si se prevé empezar a publicar más adelante, casi que es mejor dejar el blog oculto o mostrar una entrada inicial explicando qué tipo de publicaciones se compartirán próximamente, a modo de reclamo. Lo mismo se aplica a las páginas legales (Política de privacidad, Aviso legal, Política de cookies…). Deben estar presentes, visibles y redactadas conforme a la legislación vigente, especialmente si la web recopila datos personales.
Un punto que no debe olvidarse es la revisión de los enlaces. Tanto los internos (entre distintas páginas del sitio) como los externos (a recursos o redes sociales) deben funcionar correctamente y llevar al lugar adecuado. No hay nada más frustrante para un usuario que hacer clic en un botón y recibir un error 404, o que lo lleve a un sitio que no tiene nada que ver con lo que esperaba o lo que estaba buscando. Existen plugins como Broken Link Checker o herramientas externas como Screaming Frog que ayudan a detectar estos fallos antes del lanzamiento.
En definitiva, dejar el contenido listo para salir a producción es una combinación de estrategia, revisión técnica y atención al detalle. Es una de las últimas oportunidades para asegurarte de que el sitio web transmite lo que debe, cómo debe y a quien debe. Lanzar una web con contenidos pobres, erróneos o incompletos es como inaugurar una tienda sin haber colocado los productos en las estanterías. Técnicamente puedes abrir, sí, pero ¿quién va a querer entrar?
Revisión técnica final
Llegado este punto, es fundamental hacer una última revisión técnica a fondo. Aunque muchas de estas tareas pueden parecer simples o rutinarias, cualquier descuido aquí puede traducirse en errores visibles para el usuario, caídas de rendimiento o incluso problemas de seguridad. Por eso conviene ir punto por punto, comprobando con detalle que todo está funcionando como debe.
Uno de los primeros elementos que conviene verificar es el sistema de caché. Tanto si estás utilizando un plugin de caché o el propio sistema de tu hosting, asegúrate de que esté correctamente configurado y que el caché esté limpio antes de poner la web en producción. El caché mejora enormemente el rendimiento, pero si contiene versiones antiguas de páginas o estilos puede provocar fallos visuales o impedir que se vean cambios recientes. Lo ideal es vaciarlo justo antes del lanzamiento y probar la web como usuario anónimo para comprobar que todo carga correctamente.
En paralelo, revisa de nuevo la compresión de archivos y la minificación de CSS, JavaScript y HTML. Muchos plugins permiten agrupar y minificar estos recursos para reducir el tamaño total de la página y acelerar su carga. Sin embargo, es importante que esta optimización no rompa la funcionalidad o el diseño de la web. Algunas minificaciones pueden provocar conflictos, sobre todo con scripts de maquetadores visuales o formularios. Por eso, lo recomendable es activar estas funciones tras haber validado que la web está completamente operativa y luego probar bien cada página para asegurar que todo responde como debe. Es mejor prevenir que curar. No tengas miedo de comprobar varias veces este tipo de detalles.
Otro punto crítico en esta fase es la configuración de backups automáticos. Asegúrate de que tienes una copia de seguridad reciente antes de poner la web en producción. Puedes utilizar plugins como UpdraftPlus, WPvivid o el sistema de backups del propio hosting. Lo ideal es que ese backup incluya tanto la base de datos como los archivos del sitio, y que esté almacenado de forma externa (por ejemplo, en Google Drive, Dropbox o Amazon S3). Una vez lanzada la web, conviene dejar programada una política de copias periódicas (diarias o semanales, según el ritmo de actualizaciones de la web y tus necesidades).
También es fundamental revisar de nuevo el archivo robots.txt y las etiquetas meta robots de cada página. Muchas webs en fase de desarrollo están bloqueadas a los motores de búsqueda mediante la directiva Disallow: /
o, com comentábamos antes, el ajuste de WordPress que impide la indexación. Revisa otra vez que esa opción está desactivada antes de lanzar la web, porque hacerlo con ella activada es un error muy frecuente que puede impedir que Google la indexe correctamente. Verifica que el archivo robots.txt permite el acceso a las rutas necesarias, y que la etiqueta meta noindex
no está presente en páginas que sí deban indexarse.
Por último, revisa la versión de PHP activa y asegúrate de que es compatible con todos los plugins y el theme. Conviene utilizar una versión moderna para mejorar el rendimiento. Algunos hostings permiten configurar esto fácilmente desde sus paneles o herramientas propias. Además, confirma que no hay errores PHP activos en el log o visibles en pantalla. Si tienes acceso al archivo error_log
, dale un repaso en busca de avisos o warnings que puedan indicar algún fallo latente.
Esta revisión técnica puede parecer tediosa, e incluso repetitiva, pero es lo que de verdad marca la diferencia entre lanzar una web profesional y operativa… o sufrir problemas a las pocas horas del lanzamiento. Una vez finalizada, y siempre que hayas revisado también los aspectos de contenido, accesibilidad y usabilidad que hemos ido desgranando hasta ahora, tu web estará lista, ahora sí que sí, para mostrarse al mundo.
Conclusión
Lanzar una web WordPress no es simplemente publicarla y esperar visitas: es cerrar con éxito una fase de desarrollo que debe estar llena de control, ajustes y comprobaciones. Una checklist bien elaborada, tanto técnica como de contenido, no solo garantiza que todo esté en su sitio antes de abrir las puertas digitales al público, sino que además evita errores costosos, mejora la experiencia de usuario desde el primer minuto y facilita un posicionamiento sólido desde el comienzo. Preparar con mimo cada detalle, desde los formularios hasta las redirecciones o los textos legales, es parte del compromiso profesional que una web merece. Y si trabajas por encargo para un cliente/a, esto puede marcar la diferencia entre una entrega correcta y una excelente. No escatimes en revisiones o en medios, toda precaución es poca a la hora de publicar nuestras webs.
¿Estás preparando el lanzamiento de tu nueva web y no sabes si todo está listo?
Te ayudo a revisar, optimizar y dejarlo todo perfecto para que tu proyecto empiece con el pie derecho. Escríbeme y vemos juntos/as cómo dejarlo todo a punto.
📸 Imagen: Tim Mossholder en Unsplash