Una nueva entrega de #HaciendoWebs. Esta vez, un diseño desde cero. Un lienzo en blanco.
Cuando alguien contacta conmigo o yo envío alguna propuesta para un desarrollo, una de las opciones que más gustan y con las que más disfruto, a pesar de que en ocasiones sea complejo, es un diseño partiendo de cero.
—Hola, necesito una web.
—Cuéntame.
—Este es mi negocio. Empiezo de cero. Necesito que tenga esto, esto y esto otro.
—¿Referencias? ¿Ideas? ¿Objetivos?
—Había pensado algo así. Que sea original, que sea moderno, que llame la atención.
—Allá vamos.
Y se planta ante ti uno de los momentos más excitantes de este trabajo: el lienzo en blanco.
¿En qué ha consistido este proyecto?
El primer contacto nos lleva a determinar que, a pesar de que el formato de ciertas webs actuales nos gusta, hay que buscar un toque distinto, un toque que lleve a una diferencia palpable de estilo. Para ser diferente hay que hacer cosas diferentes. No queda más remedio.
Antes de seguir, no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar algo que es necesario y muy reconfortante como profesional: la educación, la diligencia, la presteza y la comprensión de un cliente es una enorme satisfacción. Dar con un cliente que te escucha, que se deja aconsejar y asesorar y que confía plenamente en tu trabajo es un plus. En este caso, Hugo me lo puso tan fácil en todo momento que me veo en la obligación de mencionarlo y agradecerlo. Un gran profesional y un gran tipo.
Para ser diferente hay que hacer cosas diferentes. No queda más remedio.
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¿En qué pensé para enfocar el diseño? En grandes espacios en blanco, contrastes apoyados en el verde principal que definiría toda la paleta de color, y en que la marca, HS3 Talent, tuviera una presencia muy identificativa y muy reconocible, enmarcada en su tipografía propia en cada aparición. Botones grandes, iconos claros y comprensibles, y mucho espacio para darle «aire» a ese punto buscado de saturación de la web.
Dada la personalidad del diseño de escritorio, era conveniente, además, dotarle de una clara independencia a la versión móvil, con su orden particular, y con sus bloques y estilos propios, permitiendo mostrar con claridad las tipografías y adaptando los espacios y los diseños a la pequeña escala, marcando, además, diferencias que le otorgaran una pincelada distinta a lo que sería la versión de escritorio.
La idea final era que la web fuera perfectamente identificable por su estilo —siempre siguiendo los patrones de sencillez y simplicidad que suelen marcar mi trabajo—, y que tuviera personalidad. Básico para llegar al usuario, para diferenciarse de la competencia.
Este ha sido el resultado final:
