De vuelta en #HaciendoWebs. Los diseños y desarrollos de cero: esos proyectos que me encantan
Siempre comento que disfruto mucho con una de las opciones que existen a la hora de encarar un proyecto web, que son los rediseños. Encontrarte con una web antigua, en muchos casos diseños totalmente obsoletos y muy poco funcionales, y darle una vuelta de tuerca a todo para poner el estilo y la funcionalidad patas arriba es un reto y un placer, especialmente cuando el resultado cumple tanto con mis expectativas como con las del cliente.
Pero si hay una opción que disfruto sobremanera es el desarrollo web desde cero partiendo de un diseño.
¿Cómo ha sido el desarrollo de la web de Podunk Software, uno de mis últimos trabajos? Os lo cuento.
El proyecto del que os hablo hoy parte de un diseño de marca realizado por el diseñador cántabro Artídoto. Si no conocéis su trabajo os invito a hacerlo, porque es una maravilla.
Mi cliente quiso desarrollar su marca partiendo de un diseño confiado a un profesional, y el resultado no ha podido ser más brillante: un diseño moderno, fresco, sencillo, directo, con un perfil claramente marcado por un componente tecnológico evidente, a razón de la actividad a la que se dirige, pero con ese punto de «humanidad» que hace que los proyectos pasen de ser prototipos a enganchar al usuario nada más verlos. Creo que esa sensación de cercanía que humaniza los diseños permite después que podamos captar el estilo que el usuario requiere para poder disfrutar de la web y sacar de ella todo lo que necesita.
Uno de los retos era convertir una imagen moderna en una web que no destacara demasiado por su excesivo apego tecnológico. Mediante la utilización de fondos con diferentes formas, llamadas a la acción atrayentes y contrastadas y, a la vez, una combinación de fuentes muy acertada ideada por Artídoto, la web casi que fue diseñándose sola.
Formas y elementos distintivos, con diferentes sombreados y gradientes, imágenes en las que se visualiza el trabajo de Podunk, y llamadas a la acción directas y llamativas.
Siempre suelo decir, y me gusta repetirlo porque en muchas —demasiadas— ocasiones se nos olvida, y no debe, que para ser diferentes necesitamos hacer cosas diferentes. Es algo que intento siempre recalcar cuando hablo de los proyectos en los que me embarco. Diferenciar nuestro trabajo va mucho más allá de usar elementos técnicos distintos a la mayoría. Consiste en dotar a los sitios web de un personalismo que nos sirva para identificar nuestro propio trabajo y poder utilizarlo como bandera de nuestras particularidades. «Esto es lo que yo hago. Y lo hago así».
«Trabajazo impresionante, Chema. Estoy contentísimo con la web. Incluso ya se la he enseñado a algún potencial cliente y me han felicitado».
Esto me dijo mi cliente. Y esta es una de las cosas por las que me encanta mi trabajo.